Entre muchas de las cosas que hemos hablado estaba el tema del gimnasio.
Llevo ya casi un año con más o menos el mismo peso (normopeso) y, bueno, siempre me ha gustado el deporte.
El caso es que cuando salí de Hospital de Día el verano pasado, retomé la práctica de ejercicio al principio de una forma moderada (tenía permiso de los médicos que me trataban), pero poco a poco me fui obsesionando hasta que mi psico (la que tenía antes) me prohibió hacer ejercicio por encima de 1h a la semana (había empezado a bajar de peso y todo el rollo así que para evitar pasar de un trastorno a otro optamos por esa medida).
Pues claro, yo me lo tomé mal, pero en el fondo sabía que era lo que más me convenía, y aunque no estuviera en infrapeso, la obsesión era enorme.
El caso es que siempre he cumplido lo de no hacer más de una hora a la semana de ejercicio y aún así, cuando voy al gimnasio, no siento que esa obsesión por el ejercicio y el querer adelgazar (sentirse mejor por estar haciendo deporte y todo lo que conlleva) haya disminuido en sí, lo que pasa es que,al ir menos, se ha disipado un poco.
Sabéis que siempre intento ser positiva y aportar algo al foro, pero hoy quiero que me deis vuestra opinión.
Hoy he ido al gimnasio y me he sentido mal. Mal por que me veía gorda, porque sentía que tenía que hacer más ejercicio y porque vaya, porque yo nunca tego suficiente.
Mi psico me ha propuesto dejar el gimnasio. Yo tengo miedo porque no quiero subir de peso. Sé que mi pensamiento es irracional y que no voy a engordar ahora de golpe porque para algo está el metabolismo y, además, hago las 5 comidas como toca y esa parte está totalmente regulada ya.
En parte tengo miedo porque si dejo de ir, dejo de sentirme sana, saludable, dejo una parte de mi autoexigencia atrás y yo lo que quiero es poder con todo.
Por otra parte, siento que él tiene razón y que , aunque haya mejorado un montón, no estoy preparada para hacer deporte de manera normal porque disfrute y porque me lo pase bien sin pensar en lo que estoy quemando y etc, etc, etc.
Siento que todo eso vendrá más adelante, cuando esté mejor, y entonces sí podré ir más al gimnasio pero ya no será una "amenaza".
¿Creéis que debería hacerle caso y dejarlo ya (yo al revés del mundo, cuando toda la gente se apunta al gimnasio, yo me doy de baja)?
¿Alguna de las recuperadas ha tenido alguna experiencia similar con el deporte?
Un beso muy grande y a seguir luchando
